RECORRIDO EN EL TIEMPO
Para hablar de urbanismo sostenible, hay que viajar unos años atrás en el tiempo, al momento en el que se sentaron las bases de las ciudades del futuro. Fue en el año 2007 cuando se firmó la Carta de Leipzig sobre Ciudades Europeas Sostenibles. En ella, se pusieron como elementos clave el uso de las políticas integradas de desarrollo urbano y la atención a los barrios más desfavorecidos. Desde entonces, el urbanismo sostenible ha dado pasos de gigante para convertirse en el presente, pero también en el futuro de las ciudades.
Es por todo ello que todos los sectores económicos están apostando por la sostenibilidad, y en esto el Real Estate (urbanístico) no es una excepción. Para ponerse al día, se están adoptando medidas que minimicen el impacto ambiental y promuevan prácticas más responsables. Esto implica la incorporación de tecnologías renovables, el uso de materiales sostenibles y la implementación de diseños que maximicen el uso de los recursos naturales. Esta apuesta por el medioambiente tiene como objetivo aportar valor añadido para el mercado actual, así como crear entornos más saludables y confortables para la sociedad.
Según los datos que se pueden extraer del Informe de situación de las principales actuaciones e iniciativas en materia de sostenibilidad urbana en España, País Vasco, Andalucía y Navarra son las comunidades autónomas españolas que mejor están afinando sus esfuerzos para lograr el verdadero desarrollo urbano inteligente y sostenible.
CRITERIOS ESG
Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y el urbanismo, en España, están relacionados en el sentido de que ambos se centran en promover un desarrollo sostenible y equitativo en el ámbito urbano.
En primer lugar, hay que decir que los criterios ESG, se refieren a consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza que las empresas y organizaciones deben tener en cuenta en sus operaciones y toma de decisiones. Estos criterios también se aplican al desarrollo urbano, donde se busca minimizar el impacto ambiental, fomentar la inclusión social y garantizar una buena gobernanza en los proyectos y políticas urbanas.
Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se refieren a un conjunto de estándares utilizados para evaluar el desempeño de una empresa o una entidad en términos de su impacto ambiental, sus prácticas sociales y su gobernanza corporativa. Estos criterios se han vuelto cada vez más importantes en el mundo empresarial y financiero, ya que los inversores y las organizaciones buscan empresas sostenibles y responsables.
PUESTA AL DÍA
En el contexto del urbanismo en España, se están aplicando cada vez más los criterios ESG en la planificación y ejecución de proyectos urbanos. El urbanismo se refiere al diseño, desarrollo y gestión de áreas urbanas, incluyendo la planificación de ciudades, la construcción de infraestructuras, el uso del suelo, el transporte, entre otros aspectos. En este contexto, los criterios ESG se aplican para evaluar el impacto de los proyectos urbanos en el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza local.
Por ejemplo, se promueve la construcción de edificios sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético, se fomenta la movilidad sostenible y se busca crear espacios urbanos que promuevan la calidad de vida de los ciudadanos.
Además, los criterios ESG también se están incorporando en la toma de decisiones y políticas urbanas en términos de inclusión social y gobernanza. Se busca garantizar la participación ciudadana en la planificación urbana, promover la equidad en el acceso a la vivienda y los servicios básicos, y asegurar una gestión transparente y responsable de los recursos públicos.
OBJETIVOS
Los objetivos de la sostenibilidad urbana marcan las áreas de impacto en las que se busca tener una mayor influencia.
OBJETIVOS AMBIENTALES
En términos ambientales, los criterios ESG pueden analizar cómo se gestionan los recursos naturales en el desarrollo urbano, si se promueve la eficiencia energética, la mitigación del cambio climático, la preservación de áreas verdes, entre otros aspectos relacionados con la sostenibilidad ambiental.
Un barrio sostenible busca generar el mínimo impacto sobre el medio ambiente y sobre el territorio. Se trata de ser capaz de autoabastecerse en la medida de lo posible, sin depender de otros entornos, consumiendo el mínimo de recursos posibles y también reduciendo emisiones y residuos.
ASPECTOS ECONÓMICO-SOCIALES
En cuanto a los aspectos sociales, los criterios ESG evalúan cómo se abordan cuestiones como la equidad social, el acceso a vivienda asequible, la inclusión de comunidades marginadas, la promoción de la calidad de vida, la accesibilidad, entre otros aspectos relacionados con el bienestar de la población.
La calidad de vida de la población es imprescindible para que una ciudad o barrio cubra con las necesidades sociales. Esto se ejemplifica en la ‘ciudad de los quince minutos’, que a su vez también tiene un impacto positivo en la productividad de los habitantes y la sostenibilidad del medio ambiente. El concepto de este ideal de ciudad fue acuñado por Carlos Moreno, experto en Smart City, quien apunta a la necesidad de rediseñar las ciudades para que sus habitantes tengan todos los servicios accesibles a menos de quince minutos a pie o en bicicleta (centros educativos, trabajo, ocio, alimentación, sanidad…).
Para que el desarrollo urbano sostenible sea plausible, este debe ser económicamente viable para quienes lo planifican, pero también para quienes van a vivir en él.
TÉRMINOS DE GOBERNANZA
Por último, en términos de gobernanza, los criterios ESG se enfocan en la transparencia, la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones, la rendición de cuentas, la gestión ética y responsable de los recursos, y la prevención de la corrupción en los proyectos urbanos.
Y para lograr estos objetivos, los indicadores de sostenibilidad urbana deben incluir, entre otras, las siguientes características:
- Uso de energías renovables
- Fomento de la economía circular
- Implantación de jardines urbanos
- Desarrollo de una red eficiente de calles
- Dinamización de la economía del barrio
- Opciones de movilidad sostenible
- Inclusión de la ciudadanía en la toma de decisiones
CIUDADES SOSTENIBLES REALES
Según el ranking “Arcadis 2022”, en el que se han valorado un centenar de ciudades para encontrar las más sostenibles del mundo, se ha concluido que Oslo es la ciudad más sostenible del planeta. Está seguida por Estocolmo, Tokio, Copenhague y Berlín. Madrid y Barcelona aparecen en el puesto 28 y 49, respectivamente, gracias a los resultados obtenidos en los indicadores de sostenibilidad urbana.
Con la lupa en la mano, en España se pueden encontrar ya varios ejemplos de barrios sostenibles. La Pinada, en Valencia, se considera el primer barrio sostenible diseñado por sus propios habitantes.
Por su parte, el reto “Ciudades Sostenibles 2030” llega de la mano del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y busca evolucionar hacia la misión de disponer de ciudades inteligentes y climáticamente neutrales para 2030.
En resumen, la conexión entre los criterios ESG y el urbanismo en España radica en la aplicación de principios sostenibles, sociales y de gobernanza en la planificación y desarrollo de proyectos urbanos, con el objetivo de crear entornos urbanos más sostenibles, inclusivos y equitativos.