En un ámbito tan delicado y especial como el de las finanzas, que ha ido aumentando en servicios y complejidad con el tiempo, es necesario disponer de un sistema que recabe toda la información y riesgos de las operaciones de crédito que realizan las entidades financieras. Esta es la función de la Central de Información y Riesgos del Banco de España CIRBE.
La CIRBE (Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del Sistema Financiero, CAPÍTULO VI Central de información de riesgos, artículos 59 a 66) es un servicio público que tiene por finalidad recabar de las entidades declarantes datos e informaciones sobre los riesgos de crédito para:
- Facilitar a las entidades declarantes datos necesarios para el ejercicio de su actividad.
- Permitir a las entidades declarantes datos necesarios para el ejercicio de su actividad.
- Permitir a las autoridades competentes, para la supervisión prudencial de dichas entidades, el adecuado ejercicio de sus competencias e inspección.
- Contribuir al correcto desarrollo de las restantes funciones que el Banco de España tiene legalmente atribuidas.
La administración y gestión de la CIR corresponden al Banco de España. El Banco de España está facultado para desarrollar sus normas de funcionamiento. No hay lugar al derecho de oposición de los afectados al tratamiento de sus datos de carácter personal.
Según la Ley 44/2002, de 22 de noviembre, de Medidas de Reforma del Sistema Financiero tienen la consideración de entidades declarantes el Banco de España, las entidades de crédito españolas, las sucursales en España de las entidades de crédito extranjeras, las entidades de crédito que operen en régimen de libre prestación de servicios, el fondo de garantía de depósitos, las sociedades de garantía recíproca y de reafianzamiento, los establecimientos financieros de crédito, los prestamistas inmobiliarios y aquellas otras entidades que determine el Ministerio de Economía y Empresa, a propuesta del Banco de España.
La central de información de riesgos del Banco de España o CIRBE es, en suma, un servicio público dedicado a gestionar una base de datos que contiene todos los préstamos, créditos, avales y riesgos que asumen las entidades financieras con sus clientes, ya sean personas físicas o jurídicas.
Todos los usuarios que tengan un préstamo, crédito o tarjeta de crédito por un importe superior a 9.000 euros en una misma entidad figuran en dicha base de datos (…). La base de datos de la CIRBE es accesible por todas las entidades (…) Desde la Ley de Medidas para la Reforma del Sector Financiero (Ley 44/2002) las entidades no necesitan permiso del cliente para acceder a la base de datos.
La base de datos de la CIRBE es accesible por todas las entidades, lo que implica que, si alguien firmó un préstamo, el resto de las entidades lo sabrán en un período de dos o tres meses como máximo. Cuando el saldo vivo de las deudas sea menor a 9.000 euros, desaparecerá del fichero (esto no implica la eliminación total de los datos, simplemente del registro de deudas vivas).
Existe un historial para cada cliente que puede ser consultado por las entidades y que puede ser tenido en cuenta a la hora de emitir nuevos créditos o préstamos en base a los riesgos asumidos.
Desde la Ley de Medidas para la Reforma del Sector Financiero (Ley 44/2002) las entidades no necesitan permiso del cliente para acceder a la base de datos.
La CIRBE no es un registro de morosos, no permite saber si el cliente ha asumido los pagos de las cuotas o no, sin embargo, las entidades pueden cruzar fácilmente esos datos con otros registros como el RAI o ASNEF para tener una visión clara del compromiso con las deudas.
No obstante, cada préstamo o crédito si tiene una clave de su situación que informa que se encuentra en estado normal, con demora superior a tres meses en los pagos o si el préstamo está provisionado como incobrable o inmerso en reclamación judicial.
Los ciudadanos tienen el derecho de acceso gratuito a sus datos y de rectificación en caso de discrepancia. El acceso gratuito se puede ejercer de la siguiente forma:
- 1. A través de la Oficina Virtual del Banco de España usando firma digital o DNI electrónico.
- 2. Personándose en las oficinas de la Central de Información de Riesgos (c/ Alcalá 48, Madrid, 28014) o en cualquiera de las sucursales del Banco de España.
- 3. Solicitar por carta al Centro de Información de Riesgos adjuntando fotocopia del documento de identificación y especificando la dirección donde recibir la respuesta por correo certificado.
El ciudadano tiene también derecho a rectificar en caso de discrepancia con los datos facilitados al CIRBE, o bien puede dirigirse a la entidad para que subsane el error o puede solicitar la rectificación al propio Banco de España, que realizará las gestiones ante la entidad financiera.
La CIRBE tiene limitaciones como fuente de información:
- Solo informa de las deudas superiores a 9.000 euros; quedan fuera las pequeñas deudas de tarjetas de crédito, por ejemplo, que pueden afectar a la solvencia de un cliente.
- No se actualiza a tiempo real, registra las deudas a finales de cada mes. Un cliente puede aprovechar esta falta de actualización para solicitar al mismo tiempo dos o más préstamos a diversas entidades.
Es un sistema imperfecto pero muy útil para valorar el endeudamiento y la solvencia de los agentes económicos que solicitan financiación y este control, bien utilizado, revierte en favor de todos.
Un mercado de crédito trasparente y eficiente permite una asignación del riesgo óptima, lo que implica mejores precios a la financiación de los proyectos empresariales y personales.