El crowdfunding es un modelo de financiación participativa con un gran potencial de desarrollo en España. Este vehículo financiero recaudó en España 159,69 millones de euros en 2018, un 57% más que un año antes, según explica el estudio realizado por Universo Crowdfunding en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid sobre este modelo de financiación participativa.
En España, con este incremento de la financiación en el último año utilizando esta fórmula, indica que este modelo seguirá creciendo con fuerza en los próximos años.
Dentro de las cinco variantes que existen en el crowfunding, las plataformas de préstamo (crowdlending) son las que más volumen de capital gestionan, con un 43,3% del dinero recaudado en 2018. Le siguen el crowdfunding de inversión inmobiliario (equity crowdfunding) con el 24,4%; y el de inversión con el 16% y prácticamente el mismo importe que el año anterior. A cierta distancia se coloca el crowdfunding de recompensa con el 10,4% y el de donaciones, que recaudó el 5,8%.
Curiosamente los que más crecen de 2017 a 2018 son precisamente los más importantes, préstamos e inmobiliario, que aumentan un 92,6% y 95%, respectivamente. Una clara tendencia que nos indica, según fuentes de la investigación, que “queda mucho camino por recorrer para el crowdfunding en España a través de sus principales tipos”.
Todas las modalidades incrementan su recaudación a tasas de doble dígito, incluso el crowdfunding de recompensa, que creció un 43,1% con respecto a 2017, remontando el bache del año anterior cuando descendió un 7,4% en recaudación.
Plataformas activas en España
En España crece la recaudación y se mantiene el número de plataformas, lo que es una buena noticia para la sostenibilidad del modelo. Sin embargo, añaden las mismas fuentes, “la recaudación total en el sector (159 millones de euros) es aún insuficiente para poder garantizar la supervivencia de muchas de ellas. Esto se evidencia en el alto porcentaje de desaparición de algunas de ellas en los últimos tres años, cercano a un 20% en 2018”.
En 2017 se crearon 13 nuevas plataformas y se cerraron 10, mientras que en 2018 se crearon nueve y cerraron nuevamente 10, lo que da idea de su alta rotación. En datos agregados en 2018 había una plataforma menos (50) que en 2017 y una más que en 2016, lo que sugiere “una especie de techo en torno a las 50 plataformas en los últimos años, en la mayoría de casos generalistas, puesto que el mercado de plataformas verticales sigue creciendo”.
NORMATIVA
Regulación del crowdfunding en Europa
Por el momento, la Unión Europea no dispone de ninguna medida legislativa en materia de crowdfunding; sin embargo, ante esta falta de regulación, la Comisión Europea publicó en 2014 una Comunicación en lo referente a esta materia en la cual se proponía una serie de acciones dirigidas a promover, concienciar y aumentar la confianza en el crowdfunding. Sin embargo, en países como Reino Unido, Francia o Alemania sí que existe cierta regulación normativa parcial en materia de plataformas de financiación participativa.
Regulación del crowdfunding en España
En lo referente al crowdfunding en nuestro país, cabe destacar que recientemente personalidades y expertos del sector inmobiliario y financiero demandaron la existencia de un marco legal que regulase este tipo de métodos de inversión alternativos con el fin de evitar sorpresas para los inversores. La primera regulación en esta materia que encontramos en España se dio con la Ley 5/2015, de 27 de abril, de Fomento de la Financiación Empresarial (“LFFE”) estableciendo por primera vez las reglas de las plataformas de crowdfunding. Las polémicas negociaciones en 2015 causadas por la insatisfacción de tanto inversores, plataformas web y empresas afectadas ante el primer anteproyecto de ley desembocaron finalmente en el consenso de los implicados y en la publicación de la LFFE.
Tipos de crowdfunding bajo regulación
Todos los tipos de crowdfunding no se ven afectados por este marco legal. Más específicamente, la regulación está limitada a dichos proyectos de crowdfunding financiero, en los que el inversor espera obtener una contraprestación dineraria por los fondos aportados. Por tanto, quedan excluídos los proyectos de crowdfunding de donación, en los que los aportadores de fondos no esperan ningún tipo de remuneración.
Organismos supervisores
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se encarga de supervisar el funcionamiento de las plataformas de crowdfunding de inversión ya que éstas son intermediarios financieros entre las empresas y los inversores.
Por otro lado, el Banco de España se encarga de controlar y regular las plataformas de crowdlending (crowdfunding de préstamo).
Tipos de inversores y sus límites
La LFFE distingue entre dos tipos de inversores:
- Inversores acreditados: son inversores institucionales y no tienen límite de inversión. Entran dentro de esta clasificación empresas o fondos con activos valorados en 1 millón de euros, negocios valorados en 2 millones o recursos propios de 300.000€; y personas físicas con un patrimonio superior a 100.000€ o unos ingresos anuales mayores de 50.000€.
- Inversores no acreditados: todos aquellos inversores que no cumplan con los requisitos de clasificación de inversores acreditados. El límite de inversión será de 3.000€ en un mismo proyecto de una misma plataforma de crowdfunding y de 10.000€ en diferentes proyectos de una misma plataforma en un año.